Retrato de un especimen picón

¡Hola, Bihotzak!¡Hola, mi íntimo confidente!
Otro día más estamos aquí, despidiendo otro día más. Hoy quiero contar una historia real como la vida misma, aunque parezca increíble, sobre una "mosca cojonera"( perdón por la expresión), con mezcla de abejorro, ladilla y, aunque no esté muy claro aún, garrapata. Y, ahora me dirán, ¿qué le ha dado a esta con los insectos? No, no voy a hablar de insectos. Voy a hablar de un raro especimen mezcla de todo lo anterior y parte de asno, burro o zopenco. ¡Una tiene que desahogarse de vez en cuando, ¿no?!
Este especimen al que llamaremos J.I.X. suele frecuentar un sitio del que les suelo hablar, sí, ese lugar tan tranquilo y confortable en el que pueden entrar hasta animales de cuatro patas (esta vez va en sentido literal) y niños. Pese a todo prefiero a los animales de 4 patas y a los niños antes que al especimen J.I.X.
Él se cree el no va más y se siente el rey del lugar. Manda más que el dueño del local y hace y deshace a su antojo. Antes de que entre ya se le oye fuera y, una vez dentro, ...¡Sálvese quien pueda!
Se dedica a molestar a todo el que está dentro. Se sienta sin que nadie le invite, se mete en todas las conversaciones y se dedica a escuchar las conversaciones ajenas para luego soltar dardos y flechas...¡´Como lo oyen!
Lanza pullas a los allí reunidos y se mete con todo el mundo. Le da lo mismo que le ignores, que pases de él o que le digas directamente que se vaya a otra parte. Si ve que te molesta se regocija y ataca más fuerte. Hace comentarios a los demás y siempre son comentarios hirientes o desagradables.
Pero lo más triste es que se lo permitan. Un local público puede perder clientes con tipos de esa ralea, aunque este local, más parece la casa de algunos.
Aunque una vez que te pones a pensar en ello, creo que el que más se perjudica es él porque, al fin y al cabo, él mismo se retrata.

Prisas, stress y momentos especiales

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi íntimo confidente!
Otra noche más vuelvo a ti para depositar mis confidencias y pensamientos, aunque, en esta ocasión, no sé por dónde empezar. Tal vez, sólo sigo la rutina de un día normal. Los seres humanos somos animales de costumbres fijas la mayor parte del tiempo. Nos limitamos a pasar un día tras otro, con la esperanza de que todo trascurra tranquilamente y sin sobresaltos. ¡Y no es poco!
Pero yo me pregunto, cuando nos paramos a reflexionar ¿encontramos un verdadero sentido a lo que hacemos? La vida diaria, para la mayoría de nosotr@s es casa-trabajo-casa... y tenemos unos horarios establecidos...¡vivimos pendientes del reloj! Todo esto nos lleva a las prisas, el stress, la angustia y la preocupación por no poder con todas las tareas que nos autoimponemos. Creo que realmente no sabemos disfrutar la vida que tenemos y es triste.
Yo he decidido que la vida es más que trabajo, prisas y estrés. Todos los días procuro sacar algo de tiempo para dedicármelo a mi misma. Quedo con amig@s para tomar un café, aprovecho para leer libros que tengo abandonados o me voy a dar un paseo.
No les voy a decir que mi vida se ha convertido en un paraíso; pero sé que cuándo acabo la jornada laboral y las necesidades familiares, voy a tener un momento especial para mí. ¡Y adoro esos momentos!

Generación tras generación

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi estimado confidente!
Un día más que se ha ido y otro día más que llega. Los días pasan sin que te des cuenta y a veces, incluso, parece que pasan de largo. Ni te das cuenta que el día se acaba. A medida que cumplo años, los días pasan más deprisa. Vamos, al paso que van, tengo que correr yo para alcanzarlos.
Cuando eres niñ@ y adolescente parecen interminables. Estás deseando hacerte mayor y cumplir años, pero a medida que estos pasan te asombras de lo rápido que van.
Es como cuando eres adolescente y estás deseando trabajar. Reniegas de los estudios, con deberes interminables y exámenes extenuantes. Te agobias, quieres trabajar, tener para tus gastos,... ¡una engañosa independencia! No quieres que nadie te diga lo que tienes que hacer. Y piensas que cuando eres mayor todo es tan fácil: Sales del trabajo y ya está. No tienes que llegar a casa y ponerte a hacer deberes ni estudiar.
Sin embargo, pronto descubrirán, como todos lo hicimos, que no es así. Una vez que te haces más mayor te das cuenta que no es todo como creías. En el trabajo también te dicen lo que tienes que hacer, si tienes suerte y encuentras trabajo. Las responsabilidades de la casa y del trabajo te agobian; el dinero, con el que tanto soñabas, no te alcanza para todo y debes establecer tus prioridades...
Lo que si he descubierto es que la vida es siempre la misma. Aunque haya diferentes generaciones todos hemos sentido igual en las diferentes etapas de nuestra vida. De niñ@s, queríamos jugar y estar en la calle con los amigos, nos enfadábamos porque nos hacían trampas o porque Menganito siempre se iba cuando le tocaba buscar en el escondite, cosa que aún sucede; de adolescentes, el caos nos sumergía por completo,ibamos a comernos el mundo, una discusión con los amig@s era el fin del mundo, discutíamos con los padres por la hora de llegada ( Soy el/la únic@ que tiene que llegar a esa hora, mis amig@s pueden quedarse más. ¿Quieres que venga yo sol@? A tod@s le dejan hacer eso menos a mí, ...)Nos sentíamos incomprendidos, controlados y agobiados (Baja la música, ¿A dónde vas? ¿Con quién vas? Pero ¿a dónde vas así vestid@?). Los adolescentes, hoy en día, se sienten de la misma forma.
Y en la edad adulta nos conformamos con que el mundo no nos coma a nosotros, con encontrar un trabajo que nos permita vivir y mantener una familia, con ver a la familia crecer sana y feliz, con ver crecer a nuestr@s hij@s esperando que tengan suerte en la vida, que tengan trabajo y una pareja, que formen su propia familia... ¡Y con llegar con salud a la jubilación!
Y una vez jubilados deseamos que nuestr@s hij@s y niet@s tengan salud y una larga y buena vida, que se acuerden de nosotr@s y nos vengan a ver. También podemos hacer unos viajes con el Inserso y Adineko, disfrutando, tal vez, de unas vacaciones que siempre hemos pospuesto.
Así que por mucho que cambien los tiempos la vida sigue siendo igual; con etapas por las que todos pasaremos teniendo los mismos sueños, deseos y esperanzas así como las mismas preocupaciones.
Sólo puedo esperar y desear que tod@s podamos disfrutar de todas las etapas de nuestra vida, porque de todas ellas se puede disfrutar.

El Día del Libro

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi íntimo confidente! Hoy se celebra el Día del Libro y quiero confesar mi gran adicción a la lectura. Sí, me encanta leer y soy una lectora compulsiva. A otras le da por las ropa, por los zapatos, las joyas,... y, a mí, por los libros.
Me encanta todo tipo de lectura: Novela histórica, novela de misterio e intriga, de suspense y novela romántica. Sí, lo confieso, me gusta la novela romántica. Mi tipo de lectura va en consonancia con el estado de ánimo que tenga ese día.
Quiero dejar claro que me encantan los libros y me compro todos los que puedo permitirme. Sin embargo, también me descargo de Internet. ¡Lo confieso! Y no entiendo por qué se persigue a los blogs que que contienen libros para descargar. Me dirán que por los derechos de autor, pero si yo cojo un libro en las bibliotecas públicas ¿no se están vulnerando también?.
Esos blogs permiten la descarga de libros, sí, pero también promocionan la lectura. Muchas veces accedes a una cantidad de libros mayor que los que hay en librerías y, tras leer sus reseñas, yo misma he ido a encargar libros que no había en la librería. (Y suelo recorrerme muchas de ellas. Algunas me tendrían que nombrar compradora lectora del mes.) Por lo tanto, creo que se está perjudicando con ese cierre a autores que no conoceríamos de no ser por esos blogs.
Así que hoy quiero mostrar mi total apoyo y solidaridad a todos esos blogs que acercan la lectura a la gente y permite la difusión de libros que de otro modo no se conocerían y caerían en el olvido.
Tras este alegato, voy a irme a dormir pero antes abriré el libro que tengo en mi mesilla para leer unas páginas que me permitan soñar sueños felices...¡Buenas noches!

Ver para creer

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi oculto confidente!
Hace días que no te cuento mis desvaríos y hoy he decidido volver a ti, mi fiel aliado. No es que tenga mucho que contar pero quiero que sepas que sigo aquí. Creo que a medida que pasa el tiempo, pese a mis buenos propósitos y mi intención de enmendarme, mi impaciencia y mis rarezas aumentan. Dicen que las manías se acentuan con la edad y no puedo ponerlo en duda, soy un claro ejemplo de ello.
Soy rara, sí, y cada vez tengo menos paciencia, mucha menos, y no aguanto nada, cierto. No soporto a los niños ni a los perros, verdad verdadera.¡Vale! Nadie es perfecto, ¿no?
Yo que siempre he declarado que me encantan los niños y los animales, me voy a tener que tragar mis palabras. ¡Toma eso!
Hay local en donde pueden tomarse algo si se atreven. Yo,a veces, me lo pienso dos veces, pero debo ser masoca porque allí voy.
Pides tu consumición, si tienes suerte y el camarero está en la barra (a veces no está), tras unos minutos o muchos, dependiendo de lo que esté haciendo en ese momento, puede que te lo sirva, a no ser que alguien se cuele y te quite el turno (no sería la primera vez que llegas la primera y te atiende la última). Una vez servida te sientas, si tienes suerte... Las mesas pueden estar llenas de bolsas, chamarras,... pero sin que nadie esté sentado en ellas.
Una vez aposentada, ves a aparecer a las fieras. Grupos de niños que entran y salen gritando y corriendo. A veces, incluso, puede que tengas que esquivar globos o balones dentro del local.(Los niños son niños y tienen que jugar, aunque el local tenga un amplio parque al lado) Y, luego, los que van al bar a tomar algo con los perros. He llegado a contar hasta cuatro perros a la vez allí. ¿Se imaginan la situación? Tú tomando un café con las amigas e intentando mantener una conversación, mientras los niños entran y salen corriendo, gritando a pleno pulmón, y los perros les hacen coro con sus ladridos, si no se ponen a husmear por todo el local o a medir fuerzas unos a otros.
También te amenizan la estancia allí los clientes que piensan que el local es su casa y te ponen la tele a tope ellos mismos, o se dedican a cambiar las cadenas de la tele, o quitan la tele y ponen la música a su gusto. ¡Y tú allí callada porque es imposible mantener una conversación! Sí, es el mismo local en el que se ven fieras de todo tipo (todas ellas de dos patas)
Y, ahora, es cuando dirán:-"¿Por qué va a allí?" Y yo digo:-"Debo ser masoca". Claro que, a veces, puede ser muy divertido(Hay cada espectáculo allí que ni en el circo y encima por el precio de un café) y cuando sales de allí, a la calle, dices:-"¡Qué paz y Tranquilidad!"

Justicia, legalidad, dignidad y orgullo

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi más preciado amigo!
Hoy me siento realmente perpleja e incrédula. No soy una persona que se impresione fácilmente pero estoy alucinando todavía ante la caradura y el atrevimiento que muestra cierta gente. Hoy me he dado cuenta que a la gente se le llena mucho la boca presumiendo de su dignidad, coherencia y su enorme sentido de la justicia cuando sus hechos demuestran lo contrario.
Una conocida mía, no puedo llamarla amiga, presume de su dignidad, ella no se rebaja ante nadie, a ella no le explota nadie y no se va a rebajar a aceptar un trabajo por 800 euros, aunque tenga que mantener a su familia. Pero sí cobra la prestación o ayuda tras agotar el paro y cuando se le agote va a solicitar la ayuda del ayuntamiento. ¿Eso es dignidad? ¡No estoy de acuerdo! ¡Lo siento! Para mí demuestran dignidad las personas que buscan un trabajo cualquiera o más de uno, sea limpiando, fregando o descargando camiones, para mantener a su familia, personas que luchan para conseguir un trabajo. También me parecen dignas las personas que tras luchar e intentar encontrar algo sin resultados positivos, tienen que ir a solicitar ayudas porque no pueden más. Esas personas tienen mi mayor respeto y consideración, porque aunque se lo merecen y tienen derecho, les llena de verguenza el pedir ayuda. Eso, para mí, sí es dignidad.
Pero me da risa oírla hablar de dignidad cuando no se molesta en buscar nada que no sea lo que ella quiere: un trabajo en un sitio público,durante unos meses (si le llaman, ya que lo máximo que trabaja en un año es tres meses) en donde le van a pagar el doble, sin trabajar mucho, que en un lugar privado donde le van a explotar, aunque tenga trabajo todo el año. No creo que lo suyo sea dignidad sino orgullo puro y duro y del malo.
También presume de ser justa y legal, pero... Espero, sinceramente, que no me pregunte mi opinión,porque no coincidiría con la de ella y podría estallar la Tercera Guerra Mundial ( a diferencia de ella no suelo dar mi opinión a no ser que me la pregunten)
Lleva un férreo y total control sobre la lista de trabajadores. Y no duda en denunciar lo que ella considera injusto o ilegal siempre y cuando le beneficie a ella esa denuncia. Si no es así pasa de largo. ¿Eso es justo y legal? Si una persona es justa y legal lo es siempre, digo yo, no cuando te beneficie ¿no? Porque, digo yo...,si tú denuncias porque alguien, que tú consideras, está por detrás de ti y está obteniendo más contratos o mejor trabajo y eso, de entrada, no es ni justo ni legal pero la vas a perjudicar aunque no conozcas a esa persona (al denunciar esa situación puede que pierda su trabajo) ¿Lo considerarían justo?
Supongamos que sí. Lo mejor viene ahora: Ella pretende que se haga lo mismo con ella. Es decir, quiere denunciar esa situación porque, según ella, no es justo ni legal que ella esté trabajando habiendo más gente por delante de ella, pero pretende que tras denunciarlo, la cuelen a ella porque con la otra chica lo han hecho. Y si le dices que delante de ella también hay más gente y que tampoco sería justo ni legal para ellos si la meten a ella dice que si no se enteran allá ellos... ¿Eso es justo y legal? Yo no lo veo así. Más me parece una trepa a la que no le importa pisar a los demás para conseguir lo que quiere.
Lo siento, pero ese comportamiento no lo entiendo ni lo entenderé. Trabajo todo el año, en una contrata, cobrando mucho, mucho pero mucho menos (una miseria) que compañer@s que realizan mi misma labor como funcionarios, con muchas menos horas (de risa, en serio) que ellos pero el mismo trabajo. Y me considero digna y legal.

Una rara sensación

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi confidente querido!
Quiero ofrecer mi más sinceras disculpas por mi abandono de estos días. He estado bastante liada y no he podido sacar un ratito para estar aquí. Me he tomado unos días de descanso y relax, para coger fuerzas y volver con el ánimo renovado.
Hoy he bajado a la capi para hacer unas compras y dar un paseo. Tras hacer las compras, me he sentado en una terraza para tomar un café. ¡Precios prohibitivos! Sentada allí, me he sentido una extraña. Me sentía en un mundo aparte. En la terraza había más gente: Grupos de señoras muy preparadas, con sus joyas,... Parejas mayores, con sus mejores galas, observando la gente que iba y venía, y grupos de amigas hablando de sus cosas.
El denominador común era que todos los allí presentes iban de punta en blanco y allí estaba yo con mis vaqueros, mi chamarra y mis bolsas con las compras.
Me sentía extraña, como si me hubiera presentado en una fiesta sin invitación o me hubiera colado en una boda. ¿Qué hacía yo allí sentada?
Sí, vale, tomarme un café pero con todos los bares que hay, ¿cómo me había sentado, precisamente, aquí? Así que decidí tomarme el café y salir de allí pitando.
Las conversaciones se sucedían a mi alrededor y empecé a pensar...Las señoras hablaban de sus hijos y sus nietos; otras hablaban de la ruptura con su novio o su marido, otras del trabajo y... Pese a sus joyas y sus ropas comprendí que, en el fondo, todos tenemos las mismas preocupaciones, los mismos problemas y las mismas esperanzas. Así que me senté cómodamente y me dediqué a saborear el café, porque comprobé que tod@s somos iguales.

Fenómenos de la Naturaleza

¡Buenas noches, Bihotzak!¡Buenas noches, mi íntimo confidente!
Otra vez estamos aquí, despidiendo el día, en la penumbra y misteriosa oscuridad. Tengo que reconocer que la noche me fascina y me atrae. En las noches despejadas me encanta comtemplar la luna y las estrellas, un universo aparte, en el que todo puede pasar. En noches nubladas, me gusta imaginar que la luna está jugando con las estrellas.
Como he mencionado alguna vez, también me gustan las tormentas. La fuerza tan enorme que parece desatarse en la Naturaleza me fascina y me embruja (Ya, también dije que reconozco que soy algo rarita)
Lo que no me gusta es la oscuridad y la tormenta que parecen traer con ellas, de forma perpetua, algunas personas.
Me refiero a personas que pueden ser clasificadas como Fenómenos de la Naturaleza. Personas que llevan el caos, en sus más diversas formas. Algunas parecen llegar como trombas de agua, chaparrones repentinos o sirimiri persistente.Otras aparecen como huracanes, tornados o Tsunamis, y otras como rayos de sol o arco-iris.
Lógicamente a estas últimas se les recibe con los brazos abiertos, deseando estar con ellas porque, estar con ellas, es algo maravilloso.
En los dos casos primeros, desearías salir corriendo cuando les ves, pero, desgraciadamente nunca te dan la ocasión. Se te vienen encima sin preaviso y sólo te dejan dos opciones: O sales corriendo como alma que lleva el diablo o te aguantas y sufres el Fenómeno de La Naturaleza pertinente.
Después de la tormenta huracanada y ventosa que he tenido que campear hoy creo que voy a salir como alma que lleva el diablo. ¡Ya!, pensarán que soy una cobarde pero una retirada a tiempo es una victoria.
Les juro que no me gusta huir pero una no es santa ni tiene la paciencia del Santo Job, y no creo que deba soportar penitencia tan dura ni realizar tan colosal sacrificio aunque estemos en Semana Santa.
Seguro que pensarán:¡Qué exagerada es esta mujer! Ja, ja, y ja. Tendrían que conocer a estos Fenómenos. Tal vez, algunos sean conocidos suyos, el mundo es un pañuelo, y seguro que me darán la razón.Y, si no les conocen, mejor para ustedes. ¡No saben la inmensa suerte que tienen!
Algún día les contaré lo que puede dar de sí tomarse algo en el bar de mi barrio. Es todo una odisea y una aventura, y, a veces, resulta hasta divertido. Allí se juntan todos los Fenómenos de la Naturaleza en sus diferentes versiones, con diversas clases de fieras salvajes y bichos increíbles.
Pero creo que por esta noche ya han tenido suficiente. ¡Gracias!
¡Hasta más tarde, Bihotzak!¡Hasta luego, mi más preciado confidente!