lunes, 17 de mayo de 2010

Virgencita, Virgencita que me quede como estoy

¡Buenas noches, Bihotzak! ¡Buenas noches, mi bien apreciado confidente!
Otra noche más estamos aquí aprovechando la tranquilidad y el silencio de la noche. Un momento en el que puedo relajarme y disfrutar de la soledad compartida contigo, una especie de ritual que me ayuda a poner el punto final de la jornada.
Otra semana más ha terminado y otra semana que empieza. Hoy se ha acabado el fin de semana y mañana, o dentro de unas horas, exactamente, empieza otra vez la rutina de la semana. Levantarse temprano, ir al trabajo, salir del trabajo, hacer las compras, la casa,... Una larga semana por delante.
No, no voy a quejarme tal y como está la cosa últimamente. Yo soy de las que dice: "¡Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy!"
Y, me refiero a todo todo. Mi trabajo, mi salud, mi vida...¡No es que sea para echar cohetes, pero es lo que tengo y me gustaría mantenerlo.
Puestos a elegir cambiaría muchas cosas. Cambiaría mi trabajo por otro mejor pagado y con mayor jornada, que me proporcionara un nivel de vida más alto; tampoco pido milagros. Sólo ganar lo suficiente para vivir dignamente. Ya les he comentado que casi ni llego al salario mínimo... y ¡eso que estoy pluriempleada!
También salud, pero me temo que mis enfermedades son crónicas y sin posibilidad de mejorar. Espero que tampoco vayan a más, tengo días mejores y días peores, así que procuro quedarme con los días buenos y olvidar los malos. Por cierto, según la Seguridad Social estoy apta para trabajar así que en eso estamos...¡trabajando!
Y mi vida, es eso... ¡Mi vida! Que tampoco está mal. Con buenos momentos que disfruto e intento aprovechar al máximo, porque si algo tengo claro es que la vida es para vivirla al máximo, sacar el máximo jugo y atesorar los buenos momentos para poder recordarlos en los malos, e incluso de estos se puede aprender algo.
Así que vamos a procurar que los buenos momentos sean los máximos posibles y que los malos sólo nos rocen al pasar, aunque, a veces, nos parezca difícil. Pero según dice el saber popular cuando una puerta se cierra, se abre una ventana y no hay mal que cien años dure (qué consuelo) y Dios aprieta pero no ahoga, claro que podría apretar un poco menos, la verdad.
Pero como todo podría ser peor y lo que no mejora empeora vamos a quedarnos con lo positivo, más vale pájaro en mano que ciento volando, y recemos todos para que las cosas mejoren y podemos vivir los buenos momentos.

domingo, 16 de mayo de 2010

Familia y política

¡Buenas noches, Bihotzak! ¡Buenas noches, mi dispuesto confidente!
Hace días que no te he dedicado la atención que necesitas y lo lamento. Lo lamento mucho. Pero, aunque no te lo creas, ando últimanente muy liada.
Hoy una amiga me ha dicho algo que me ha hecho reflexionar. Es cierto que me encanta visitarte todas las noches, te he extrañado mucho estos días, y es porque aquí puedo relajarme y desahogar mis sueños, mis pensamientos y, como no, mis desvaríos.
Así que, aunque es hora de estar acostados, aquí estamos. Sigo viva y coleando.
Esta noche no estoy inspirada pero no importa. Sólo con escribir estas líneas, manteniendo nuestra relación, me doy por satisfecha.
Podría hablarte de la crisis, del aumento del desempleo, de los recortes sociales y sanitarios... Como siempre pasa en estos casos, los que pagan las crisis somos l@s pobres trabajador@s, los que tenemos que hacer mil y un equilibrios para no caernos de la cuerda floja, l@s pensionistas...
Los políticos se van a recortar un 15% el sueldo ¡Qué solidaridad! Vamos, con un sueldo como el suyo... yo estaba dispuesta a que me lo recortaran un 20%. ¿Van a comparar sus sueldos con los nuestros? Yo les propondría que los intercambiásemos...
Yo no entiendo cómo funciona la cosa pero... Si yo no cumplo en mi trabajo, cometo errores graves, no doy la cara y no asumo mis responsabilidades... No sería válida ni como trabajadora ni como persona. Y creo que estos políticos que juegan a "yo no he sido", "tú más", "la culpa es de la oposición" o "la culpa es del Gobierno" no dan la talla, ni unos ni otros. Si sólo saben discutir, insultarse y echarse la culpa unos a otros... ¿Por qué no vuelven al patio del colegio? O mejor se quedan todos en sus casas y dejan a los demás intentar hacer algo.
En las familias, pese a las diferencias que haya, cuando se presenta una crisis nos unimos e intentamos darle una solución, aunamos esfuerzos y arrimamos el hombro. Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza... Entonces, ¿por qué los políticos no lo hacen? Creo que ahora es hora de apoyar, aunar esfuerzos y encontrar soluciones. Y una vez acabada la crisis podrán seguir con sus juegos de patio escolar.