martes, 8 de febrero de 2011

NO SOY CÓMPLICE

¡Buenas noches, Bihotzak! ¡Buenas noches, mi íntimo confidente!
Hoy quiero proclamar mi apoyo y respeto a tod@s l@s luchan por conocer la verdad de lo que pasó, a l@s que luchan incansablemente de forma valiente y decidida para conocer a sus familiares y tener la oportunidad de conocerse porque alguíen, hace años, cometió una canallada que no tiene excusa ni justificación.
Estos días han saltado a las páginas de los principales medios de comunicación ( televisión, radio, prensa, internet) la noticia sobre supuestas irregularidades en la adopción de bebés que abarca desde la década de los 50 o antes hasta prácticamente hace poco.
 Lógicamente la adopción de niños se ha dado siempre. Había madres biológicas que ante la imposibilidad de cuidar y criar a sus hij@s los daban en adopción pensando que así tendrían una vida mejor. He oido decir que una madre jamás renunciaría a sus hij@s y los abandonaría. Probablemente eso sea verdad. Pero no podemos juzgar a esas madres, yo no lo hago, porque creo que debe ser duro para ella tener que renunciar a su bebé, sabiendo que nunca más lo vería, pero decidida a que tuviera una vida mejor que ella en ese momento no era capaz de darle. Y para qué negarlo. Tambien hay madres que no tienen ´ni un mínimo instinto maternal y que nunca desearon ser madres.
De todas formas, si uno de esos niños dado en adopción, al hacerse mayor desea conocer su origen creo que es perfectamente plausible y fácil de entender. En ese caso,  podría desear conocer a su familia biológica y tendría todo el derecho a ello. De hecho, la ley juega en favor de estos casos, proporcionándoles los datos quw necesitan, poniéndose en contacto con La Diputación.
Otro caso son las adopciones irregulares en los que la mayoría de los datos que aparecen son falsos, no aparecen o están incompletos. En algunos ni siquiera consta la renuncia de la madre o la de los tutores de la madre si esta fuera menor de edad.
También se sabe que en muchos casos las madres eran coaccionadas o presionadas por médicos, monjas, familia para que renunciaran a sus bebés. En estos casos no consta que los recién nacidos fueran vendidos. Sí que en algunos casos se requería cierta cantidad de dinero para trámites legales o gastos de viaje...
Y en muchos de estos casos los niñ@s eran adoptados en comunidades diferentes a la materna. En la mayoría participaron monjas. En estos casos también se dan muchas trabas para conocer los orígenes.
En algunos casos, cada vez son más desgraciadamente, se descubrió que muchos de estos niños adoptados fueron robados. Se mercadeó con ellos, arrebatándoles a ellos y a sus familias la posibilidad de vivir juntos por el capricho de unos señores que decidían colocar a esos niños en familias que pudieran pagarlos.
Se actuó de forma canalla e injustificable diciendo a las madres que los niñ@s habían muerto, no dejándoles ver los cuerpitos e incluso se encargaban del enterramiento. Y ahí se pierde la pista. Son pequeñ@s que no constan en ningún sitio y para mayor desfachatez tampoco consta el ingreso de la madre en el hospital para dar a luz.
Aparte del dolor por la pérdida de sus bebés también tienen que oir que para qué remover nada de aquello, que no ha sucedido nada parecido, o que después de tanto tiempo... ¿por qué?. También he oído, escuchado y leído los comentarios de ciertos individuos que opinan que esas familias que buscan a sus hij@s, herman@s y mailto:niet@s lo lo que pretenden es destruir a las familias adoptantes... ¿Estamos tontos o qué?
No pretenden destruir nada, no pretenden acabar con esas familias, sólo quieren y tienen derecho a saber la verdad y a conocer a quien tanto buscan. Y creo que es algo necesario apoyarles y ayudarles a conseguirlo porque si no lo hacemos seremos cómplices de esos robos, de ese dolor que se provocó a tantas familias, de ese comportamiento cruel, despreciable y terrorífico que mostraron esos personajes al mercadear y lucrarse con seres inocentes, arrebatados a sus verdaderas familias. Y YO ME NIEGO A SER COMPLICE.

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